José Emilio Pacheco utiliza la ironía como principal recurso en este poema para hacer una crítica a ese deseo del hombre por tener cada vez mayor poder, por ser el más fuerte. Este deseo ha acompañado al hombre a través del tiempo, y se ha ido incrementando en medida que el hombre conquista su alrededor.
Utiliza también ciertas metáforas para expresar sus ideas. Por ejemplo: “Ya se acabaron los gigantes”, puede servir para referirse a los animales pero también a los grandes hombres valerosos. O en la frase “En las paredes de esta cueva”, la palabra cueva puede significar ese encierro del hombre primitivo antes de que la luz (sabiduría) lo hiciera más poderoso.
También vemos algunos casos aislado de personificación en frases como “La misteriosa armada de estrellas” o “El lobo nos enseñó a cazar en manada” que ayudan a dar mayor fuerza al poema, y a los sentimientos del que escribe.
El poema está escrito en primera persona, y en repetidas ocasiones se dirige al lector como si lo tuviera enfrente: “Tu fuerza me da miedo. Debo someterte como a las fieras tan temidas de ayer.” O “Ustedes, los que escudriñen nuestra basura y desentierren puntas de pedernal, collares de barro o lajas afiladas para crear muerte”.
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